Plenitud es eso

No había espectáculo más tierno...
¿Me ha oído usted?
¡Se acostaban!
(......)
y las cinturas se entrecruzaban con un rumor de vidrios.

- Poeta en NY, Lorca.

El colchón en la terraza, 

mi cepillo en tu taza.

Plenitud es eso que se alcanza cuando me abrazas,
mientras los tejados se preguntan qué nos pasa.

Reticente mira la noche,

mientras le ponemos el broche, 

a otra ronda

de tú y yo sin reproches. 

Agosto en mi boca, 

septiembre sigue en tu cuello.

Contigo toco el cielo.

Nos volveremos a ver

"Ya sabe usted que soy adivino", bromeó él. Y agregó en serio: "Esta mañana, cuando me trajeron, tuve la impresión de que ya había pasado por todo esto". Mientras la muchedumbre tronaba a su paso,  él estaba concentrado en sus pensamientos, asombrado de la forma en que había envejecido el pueblo en un año. (...)

-¿Qué esperabas?- suspiró Úrsula-. El tiempo pasa.

-Así es- admitió Aureliano-, pero no tanto. 

- Cien años de Soledad, García Márquez

Nos volveremos a ver
y destaparemos la distopía del paso del tiempo.
Fingiremos que no,
pero se moverán cosas por dentro.

Llorarán los recuerdos, sí,
¡los recuerdos!
Cuando se den cuenta de que murieron
y no merecieron entierro.

Convenzámonos de nuevo

de que todo quedó en un pasado que no existe,

de que no queda ni un ápice de ganas de ver como cada uno se viste,

triste.

¿Entonces por qué no... - murmuraste pero no dejé que terminaras

                                                             siempre nos entendimos mejor con la nuca en la almohada,

                                                                                                              mañana ya no quedará nada.

           

                                                                                                           

Mientras se encienden las luces

Este debe ser el tercer cubata que derrapa por el pantalón de lino que voy estrenando esta noche, al igual que estos deben ser los últimos 5 euros de los 20 que me dio abuelo a escondidas antes de salir- reflexiono mientras guardo la cartera en el bolsillo derecho, abriéndome paso entre la muchedumbre.

Siéndote sincero, llevaré como 1 hora pensando en cuantos días me turbará esta vez el pitido en el oído, y alrededor de media bailando sin apenas mover los tobillos, pero es entonces cuando recuerdo,

recuerdo que volveré a casa contigo
y todo vuelve a cobrar sentido.

Mientras se encienden las luces

y dejo el vaso en la barra,

sonrío,
sonrío al pensar que
mis pies cansados saldrán escoltados por el eco de tus tacones y
mi epitróclea descansará en el dorsal de tu cuello.

Hoy tardarás 2 minutos en aceptar mi chaqueta
y una vez más,
este torso fingirá que no tirita.

Para cuando hayas terminado de maldecir la cuesta
ya estaremos en mi puerta pero,
hoy tampoco creerás que he perdido las llaves,
en 1 hora seré yo el que responda cuando tu madre llame.

Seré yo el que siempre te ame.